“Cualquiera que, de forma aislada, se disponga hoy a mover las montañas de la indiferencia, del odio y de la violencia, tiene una tarea ingente. Pero lo que puede resultar imposible para millones de hombres aislados y alejados, puede resultar posible a personas que han hecho de la fraternidad universal el móvil esencial de sus vidas”.

Estas palabras de Chiara Lubich, en su discurso ante el Parlamento Europeo en sesión del 15 de septiembre de 1998, son las inspiradoras para, la “Asociación Ciudades por la Fraternidad”, de los principios sobre los que ésta desarrolla su actividad. Su presidenta, Pilar Ferrero, nos lo explica brevemente en el video que se puede visualizar en el enlace anterior.
Con ocasión de la celebración, el pasado 4 de febrero de 2025, del Día Internacional de la Fraternidad Humana, la “Asociación Ciudades por la Fraternidad” elaboró un Manifiesto por la Fraternidad, cuyo texto se presenta a continuación:
En la resolución 75/200 de la ONU se recoge que la fraternidad humana es un concepto que enfatiza la conexión y solidaridad entre todos los seres humanos, independientemente de sus diferencias culturales, religiosas, étnicas, políticas o sociales. Se basa en la idea de que todos los seres humanos comparten una dignidad y valor inherentes por el simple hecho de pertenecer a la humanidad.
Desde la pertenencia a la gran familia humana, nos ubicarnos en un lugar concreto donde vivimos y nos relacionamos, la ciudad. La fraternidad permite introducir nuevos principios en el hacer político cotidiano; por ello, es importante la presencia como socios de los Ayuntamientos.
Las Corporaciones Locales se comprometen a incorporar la fraternidad como parte de su proyecto político, haciendo posible que no se gobierne nunca contra nadie, ni sólo como expresión de una parte de los ciudadanos, sino de toda la ciudadanía.
La fraternidad no es un “añadido” de la política, sino su esencia, y tendría que definir los métodos y objetivos de esta última; solo situando a la fraternidad en su auténtica categoría, la política adquiere su verdadero sentido: ante todo, de servicio a la comunidad, con el ciudadano como sujeto activo.
Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares, afirmó en el Parlamento Europeo (Sesión del 15 de septiembre de 1998): «Cualquiera que, de forma aislada, se disponga hoy a mover las montañas de la indiferencia, del odio y de la violencia, tiene una tarea ingente. Pero lo que puede resultar imposible para millones de hombres aislados y alejados, puede resultar posible a personas que han hecho de la fraternidad universal el móvil esencial de sus vidas».
Estas inspiradoras palabras pueden ayudar a conseguir los fines de una experiencia de compromiso en el diálogo y en la creación de una red abierta de municipios, de otras entidades locales y regionales, en la que participen ciudadanos activos, políticos militantes de los distintos partidos y movimientos políticos, funcionarios públicos y asociaciones que se interesan por la vida en la propia ciudad y que se plantean crear un espacio de trabajo permanente de experiencias positivas que se pongan en red y se multipliquen, donde se manifieste la paz, los derechos humanos, la justicia social y especialmente, la fraternidad universal.
Asociación Ciudades por la Fraternidad
4 de febrero de 2025